A la comunidad Internacional
MENSAJE A LA COMUNIDAD Y ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES DE APOYO A LA DEMOCRACIA
Nosotros, los ciudadanos de la República de Nicaragua y Miembros de la RESISTENCIA NICARAGUENSE, que somos amantes de la democracia y del Estado de Derecho, nos sentimos en la obligación y la necesidad de denunciar ante la opinión pública internacional los constantes abusos y violaciones a nuestros derechos y libertades, asi como a nuestra Constitución por parte del ciudadano Presidente Daniel Ortega Saavedra. Durante el tiempo que lleva en el poder, Daniel Ortega ha violado nuestra Carta Magna 67 veces, lo que demuestra su total desprecio por el Orden Jurídico y sus inclinaciones totalitarias
El Presidente Ortega intenta perpetuarse en el poder a toda costa y convertirse en la cabeza de una nueva dinastía al mejor estilo de la familia Somoza, que tanto dolor, lágrimas y sangre dejó a nuestro pueblo. Al mejor estilo de esa familia, se ha enriquecido enormemente y de una forma vertiginosa se ha convertido en un magnate que posee empresas de todo tipo. Para conseguir sus objetivos, está utilizando todos los medios a su alcance, principalmente los que le han sido facilitados por el contubernio que mantiene con el ex presidente Arnoldo Alemán Lacayo, líder del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), y quien proporciona una parte de los funcionarios serviles y corruptos que controlan los cuatro Poderes del Estado.
Al igual que Anastasio Somoza, Daniel Ortega está logrando hacer que la Policía Nacional y el Ejército pierdan la incipiente neutralidad que estaban consiguiendo, al “alinearlos” al partido que ha convertido en propiedad suya y de su familia, y ha transformando a estas dos instituciones en cómplices de los abusos de su gobierno y de sus “ turbas” que son utilizadas como “grupos de choque ”para atemorizar y desanimar, por medio del terror y la violencia cualquier movimiento de protesta o manifestación pública que la ciudadanía intente realizar en su contra.
La ciudadanía está indefensa ante las diversas formas de persecución y hostigamiento en contra de cualquier persona que no simpatice con su gobierno/partido. No es posible sentirse seguros bajo un gobierno que se queda mudo y no da explicaciones ni aclaraciones sobre las “oportunas” muertes de personas que participaban en política, pero que no estaban mostrando disposición alguna de agachar la cabeza, obedecer y actuar a la conveniencia de Ortega.
En la década de los 80s Ortega controlaba a la ciudadanía por medio de los Comités de Defensa Sandinista (CDS). Hoy el FSLN ha creado los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC), que bajo el mando de Rosario Murillo, (la poderosa mitad del binomio Ortega-Murillo), constituyen el nuevo esquema organizativo para ejercer la “democracia directa”, y cuyos supuestos objetivos son desarrollar y ejecutar los proyectos sociales del gobierno (Hambre Cero, Usura Cero, Casas para el Pueblo, etc.) Estos Consejos están integrados por gente fanatizada que ha sido comprada mediante prebendas y la facultad de ejercer el poder al desplazar la autoridad de los funcionarios debidamente nombrados en los Ministerios, Entes Autónomos y Alcaldías, con lo que el matrimonio Ortega-Murillo eventualmente controlará absolutamente todo desde su casa/Despacho Presidencial/Secretaría del FSLN.
En todas y cada una de las entidades estatales y oficinas públicas, el gobierno de Ortega ha despedido a personal capacitado y con experiencia, y los ha reemplazado por gente sin ninguna preparación pero que son comprobados Sandinistas/Orteguistas y que obedecen ciegamente a él y a su Partido.
Daniel Ortega está también manipulando la Fe Católica, la que una buena parte del pueblo nicaraguense profesa, mediante la influencia que el ya tristemente célebre Cardenal Miguel Obando y Bravo todavía pueda tener sobre las masas, y quien se ha plegado a los caprichos del dictador, a cambio de beneficios económicos y poder para él y para su protegido, el repudiado, despreciado y detestado Presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes.
El Presidente Daniel Ortega Saavedra se alzó con una victoria amañada en las Elecciones Municipales de Noviembre del 2008, con la directa y total colaboración del Consejo Supremo Electoral (CSE), presidido por Roberto Rivas Reyes, uno de los principales artífices del fraude en dichas elecciones, y quien continúa a la cabeza de dicho Consejo, a pesar de habérseles vencido su período tanto a él como al resto de Magistrados. Este mismo Consejo Supremo Electoral, ilegal y corrupto, el 28 de Octubre recién pasado convocó a elecciones para elegir al Presidente, Vice-Presidente, Diputados nacionales y departamentales ante la Asamblea Nacional y ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), sin importar que no hayan sido legalmente electos para continuar en sus respectivos cargos. Aún a estas alturas, la mayoría de votantes de las elecciones robadas del 2008, seguimos esperando que nos expliquen que sucedió con los miles y miles de votos asi como todas las Juntas Receptoras que “misteriosamente” desaparecieron. Por supuesto, nosotros sabemos muy bien qué sucedió con ellos. Hay muchas fotografías (las cuales se adjuntan aquí) que dan constancia de los miles de votos que fueron lanzados a diferentes basureros cuando se dieron cuenta de que no estaban ganando como esperaban, lo que los hizo cometer errores garrafales en sus intentos desesperados de retener el poder.
El Presidente Ortega está legal y expresamente inhibido por el Artículo 147 de nuestra Constitución para participar en las próximas elecciones del 2011. Por esa razon es que el y sus secuaces se las han arreglado para hacer mil y una reformas a nuestra Carta Magna de modo que pueda salirse con la suya y reelegirse para otro quinquenio, en lo que claramente seria la entronización de una nueva dictadura: La de la familia Ortega-Murillo, o como ellos la llaman, “El Pueblo Presidente” o “El Gobierno de los Pobres”. Esto último está cobrando mucho mas sentido ahora, ya que este gobierno nefasto y corrupto ha convertido en pobres a todos los nicaragüenses.
Nicaragua ha sido convertida por Ortega, en refugio de delincuentes y terroristas internacionales, a quienes su gobierno les brinda todo tipo de ayuda y protección, con más diligencia y comedimiento que a los mismos nacionales. Y por si eso fuera poco, nos está convirtiendo en unos siervos del dictador venezolano Hugo Chávez, a través de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) y de la ayuda que presta supuestamente para el pueblo, y la cual está siendo usada para único beneficio y enriquecimiento de Daniel Ortega, su familia, partido y allegados. En fin, está adueñándose poco a poco y completamente de Nicaragua entera, la que de consumarse el fraude que él y sus incondicionales planean, pronto será su hacienda particular.
Tristemente, señores, los nicaragüenses estamos siendo pisoteados y despojados de toda esperanza para el futuro nuestro y de nuestros hijos, debido al nuevo pacto de Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, ya que ambos saben que sus probabilidades de ganar por separado en las elecciones del 2011 no son muy altas. Daniel Ortega cuenta únicamente con un 38% de los votos (el voto cautivo) o quizás un poco más que eso debido a las estrategias y políticas populistas que ha adoptado en los últimos meses con el fin de hacerse con un número mayor de seguidores, porque sabe que tiene en contra a la inmensa mayoría que de aliarse bajo una sola bandera partidaria, daría al traste con sus sueños de convertirse en el Fidel Castro de Centroamérica.
Producto del pacto, Arnoldo Alemán Lacayo consiguió ser amnistiado y dejado en libertad sin cumplir la condena de 20 años que se merecía cien veces, y ahora de ex-convicto ha pasado a ser nuevamente un candidato a la Presidencia de la República. Esto a pesar de ser rechazado por la mayoría del pueblo, que jamás le perdonará haberlo traicionado al haber actuado en contra de los intereses del mismo. Sin embargo, se ha mantenido empecinado en no ceder su lugar a nadie más dentro de su partido, erigiendose como el único líder capaz de derrotar a Daniel Ortega.
Lo cierto es que Daniel Ortega Saavedra y Arnoldo Alemán Lacayo tienen ya escrito el final de la historia, y esta es una en la que Ortega gana las elecciones y Alemán conserva sus cuotas de poder político y económico, además de su libertad. Todo a cambio de hundir a Nicaragua todavía más en la miseria y la desesperanza que todo gobierno izquierdista/populista trae consigo.
Con este fin, se han estado llevando a cabo todas las componendas, sobornos, extorsiones, chantajes y demás arsenal de triquiñuelas que el FSLN de Ortega acostumbra usar, para lograr que en una futura sesión de la Asamblea Nacional sea aprobada su re-elección, y de este modo darle a su plan una cierta semblanza de “legalidad”.
El plan del Presidente Ortega es tan maquiavélico que incluso ha provocado deliberadamente una crisis política con el vecino país del sur, Costa Rica, para de esa forma poder tapar todas las violaciones y barbaridades que está cometiendo y así tranquilamente organizar su fraude, mientras desvía la atención pública del proceso electoral del 2011 e intenta disminuir el revuelo que ha desatado entre el pueblo la actuación de un Consejo Supremo Electoral (CSE) que ya no goza absolutamente de ninguna credibilidad. De paso, manipula nuestros sentimientos patrióticos para conseguir el total apoyo, que le permitiría además, convertirse en "el gran defensor de nuestra soberanía". Además ha iniciado tambien confrontaciones con nuestro vecino país del norte, Honduras, e incluso con Colombia, creando una situación altamente volátil y peligrosa para la estabilidad de la región.
En medio de todo este caos social y económico que reina en el país, hemos vislumbrado un rayo de esperanza al observar que sí existen candidatos de los diferentes partidos democraticos de Nicaragua, y que cuentan con suficiente influencia sobre el electorado como para unificar el voto de los otros partidos y el de “los sin partido”.
Estos candidatos han demostrado ser personas con intereses únicos y exclusivos al servicio de la nación, portando la rectitud y la honestidad como su bandera y están ganando más simpatías cada día; cualquiera de ellos pondría a Nicaragua nuevamente en el rumbo hacia la democracia, pero por el capricho y las elucubraciones de Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, su socio en todas sus ilegalidades, y quien en su desesperación por no regresar a prisión a pagar lo que le resta de su deuda con la justicia y con el pueblo, ha solapado y permitido todas las arbitrariedades de Ortega y del Consejo Supremo Electoral de facto, y ya han empezado a poner obstáculos y zancadillas a quienes podrían ser la única opción para captar el voto de esa “mayoría silenciosa” e iniciar lo que en Nicaragua nos hace falta: Una Revolución de la Honestidad.
Por todo lo antes expuesto, estamos pidiendo ayuda a toda la Comunidad Internacional y a todos los Organismos Internacionales de Apoyo y Protección a la Democracia, para que ejerzan algún tipo de presión sobre el gobierno de nuestro país con todos los medios que tengan a su alcance, a fin de que sea persuadido Ortega de permitir la observación internacional en las próximas elecciones, y que cesen las violaciones a la Constitución y a los derechos de los nicaragüenses.
Tambien les solicitamos toda la asistencia posible para que Daniel Ortega sea enjuiciado por todos y cada uno de sus crímenes, ya conocidos por el mundo entero (Navidad Roja, entre ellos), igualmente a todos los que han sido sus cómplices en la sistemática destrucción de la institucionalidad y gobernabilidad de nuestro país
Si las naciones democráticas no nos auxilian en esta empresa de salvaguardar la pureza del proceso electoral del 6 de Noviembre del 2011, Nicaragua podría estar irremediablemente perdida en todos los sentidos, ya Daniel Ortega con sus actitudes dictatoriales y sus pobres decisiones, ha venido realizando su mejor esfuerzo para aislarnos, y como consecuencia ha provocando el retiro de la ayuda de la Comunidad Europea, y ahuyentando la inversión extranjera que tanto necesitamos para nuestro desarrollo económico y social.
Nicaragua está siendo saqueada, violada, escarnecida, y reducida a su más mínima expresión por aquellos malos hijos que juraron defenderla y protegerla. Los nicaragüenses estamos cansados de soportar tantas vejaciones, tanta pobreza y tanto desempleo, y de no poder ofrecer un futuro decente a nuestros hijos. Estamos cansados de tener que emigrar para buscar una vida mejor, y de ser testigos impotentes de cómo todo lo que más valoramos es impunemente destruido y pisoteado. Ejemplo de esto es el total desprecio e irrespeto de nuestra sagrada bandera azul y blanco la que ha sustituido por la bandera rojo y negra del partido de su propiedad en los actos oficiales y públicos. Ya estamos cansados de buscar justicia y jamás encontrarla y más bien terminar siendo victimizados por el mismo sistema que está supuesto a defendernos.
Como corolario de todo lo antes expuesto, el Presidente Daniel Ortega envió tres iniciativas de Ley el pasado 26 de Noviembre a la Secretaría de la Asamblea Nacional, solicitando trámite de urgencia de las mismas, con la intención de que fueran aprobadas a más tardar el lunes 6 de Diciembre del 2010. Dichas leyes ya fueron aprobadas el 13 de Diciembre de 2010 por 70 diputados del FSLN, a pesar de que violentan la Constitución Política, especialmente en lo pertinente a los derechos ciudadanos fundamentales. Tanto apuro solo pudo deberse a que estas leyes le podrán ahora permitir llevar a cabo el reclutamiento forzoso de los ciudadanos (expresamente prohibido en el Artículo 96 de la Constitución) y además, supeditar el poder civil al poder militar. Con esto, hemos dado un paso más hacia la instauración de su dictadura.
Los nicaragüenses no deseamos que se derrame más sangre, no queremos más guerra ni más violencia. Tampoco queremos ver a nuestros jóvenes siendo forzados a alistarse en el ejército solo para que un dictador vea coronados sus sueños de gloria a costas de nuestro dolor. Solo pedimos una oportunidad, un respiro en esta cadena de desgraciados gobiernos que nos han esclavizado y exprimido, para poder demostrarle al mundo que sí es posible hacer realidad nuestros sueños de democracia, paz y libertad. Deseamos que se nos respete nuestro derecho a la libre elección de nuestro destino, y que prevalezca la voluntad de la mayoría. Ya no queremos dictaduras ni imposiciones. Queremos paz, y eso depende directamente de que nuestros mas elementales derechos humanos y ciudadanos nos sean respetados. ¡No a la Reelección! ¡No al Continuismo! ¡No a la Dictadura!
¡No al Socialismo del Siglo XXI!!!
RESISTENCIA NICARAGUENSE